Más de 30 vagones de un tren de carga descarrilaron cerca de Hyndman, unos 100 kilómetros al sureste de Pittsburgh. Un vagón cargaba gas licuado de petróleo y otros vagones cargaban diferentes materiales peligrosos. Si el gas licuado de petróleo hubiese sido transportado en ductos, el accidente podría no haber ocurrido. La causa del incidente del 2 de agosto aún no ha sido reportada, pero tres vagones, un garaje cercano y una casa se incendiaron, y se informó que las llamas aún seguían ardiendo horas después. Afortunadamente no se han reportado heridos, pero el descarrilamiento ya ha provocado interrupciones masivas y costado millones de dólares. Las carreteras se han cerrado y el servicio de tren entre D.C y Pittsburgh fue temporalmente suspendido.
Tales accidentes, por desgracia, se están convirtiendo en algo regular en Pennsylvania. En julio, otro descarrilamiento de tren cerca de Plainfield causó la fuga de miles de galones de petróleo crudo y forzó la evacuación en el área circundante, además seis vagones de otro tren se descarrilaron en Somerset County ese mismo mes.
Los vagones de ferrocarril no son la única opción cuando se trata de transportar materiales peligrosos como gas licuado de petróleo. La preocupación fundamental con el transporte de estos tipos de productos es la seguridad, específicamente las de tasas de accidentes y lesiones o muertes relacionadas. Los ductos son una alternativa más segura que los otros medios de transporte. En muchos lugares, la falta de capacidad del ducto obliga a los productores a usar el ferrocarril para transportar materiales peligrosos. Esto debería alentar a los reguladores a revisar y aprobar propuestas bien elaboradas para permitir que la capacidad del ducto se adapte a un aumento de la producción.
En un reciente reporte, Energy Bottleneck: Why America Needs More Pipelines (1) (¿Por qué Estados Unidos Necesita más Ductos?), Charles Hughes, un analista político del Manhattan Institute, analizó el kilometraje del ducto y los informes de incidentes de la Administración de Seguridad para Ductos y Materiales Peligrosos (PHMSA, por sus siglas en inglés). De 2007 a 2016, el transporte ferroviario de petróleo, gas natural y productos relacionados, ha causado una tasa promedio de incidentes anuales de 2.2 billones de toneladas por milla, comparado con 0.66 para ductos de líquidos peligrosos. Los ductos de líquidos peligrosos también se comparan favorablemente en términos de tasas de lesiones y de muertes.
La seguridad de los ductos ha mejorado considerablemente. La tasa de incidentes graves se redujo a un promedio anual de 0.121 por 1,000 milla de ducto, en un período entre 1997 a 2001; y se redujo a 0.111 entre 2012 y 2016.
De acuerdo a PHMSA, Pennsylvania tenía 13 operadores diferentes y más de 3,100 millas de ductos de materiales peligros en 2016. El estado sólo ha tenido un accidente serio para ductos de líquidos peligrosos desde el año 2000, sin muertes ni lesiones.
Con la producción de energía doméstica en aumento, las compañías necesitarán transportar. Los ductos tienen tasas más bajas de incidentes que otros medios de transporte. La seguridad en los ductos ha mejorado significativamente y continuará mejorando. Los ductos ofrecen una opción más segura y confiable
Fuente: economics21.org
1.Hughes, 2017, Energy Bottleneck: Why America Needs More Pipelines