El petróleo de esquisto es el crudo que previamente resultaba inalcanzable y, gracias a la fractura hidráulica y las nuevas tecnologías, ha cambiado el panorama global de la energía, lanzando a EE.UU. al escalón superior de los productores mundiales de petróleo. "Esto ha sido una revolución. Hace diez años nadie se hubiera imaginado que esto pudiese ocurrir", dijo el CEO de Rystad Energía, Jarand Rystad, en CNNMoney.
Los hallazgos sugieren que los EE.UU. podrían asumir aún más el peso de la producción mundial de petróleo en el futuro, especialmente tras un proceso de recuperación, después de un año de fuerte descenso en los precios del petróleo llegando a bajar a niveles que únicamente son rentables para unos pocos.
Hay mares de petróleo a la espera de ser explotados una vez los precios del petróleo reboten. Texas, el hogar donde Eagle Ford, Pérmico y de Barnett explotan el petróleo de esquisto, posee más de 60 mil millones de barriles del mismo, estima Rystad (más que todo el petróleo sin explotar de China). Además hay enormes cantidades de petróleo bajo tierra en Dakota del Norte, donde los terrenos de petróleo de esquisto de Bakken se asientan.
Gracias al auge del petróleo de esquisto, los EE.UU. cuenta con más reservas de petróleo que Rusia, que se calcula que dispone de alrededor de 256 mil millones de barriles de petróleo sin explotar. El siguiente escalón de los países más ricos en términos de posesión de petróleo son: Arabia Saudí (212 mil millones), Canadá (167 mil millones), Irán (143 mil millones) y Brasil (120 mil millones).
De este modo se puede afirmar que el mundo tiene 2,1 billones de barriles de petróleo sin explotar, o dicho de otra forma 70 veces la tasa de producción anual global actual, según estimaciones de Rystad. Aunque estas cifras hagan parecer al petróleo como recurso prácticamente ilimitado, Rystaad argumenta todo lo contrario diciendo que es una prueba real de que "hay una cantidad relativamente limitada de petróleo recuperable en el planeta."
La creciente demanda mundial de petróleo lo convierte en un grave problema incluso en los términos actuales (economía relativamente lenta). Muchos esperan que el crecimiento se mantenga estable o incluso que aumente notablemente en poblaciones de crecimiento rápido como en India o China a medida se compran más coches.
"El petróleo por sí solo no puede satisfacer la creciente necesidad de transporte individual." Concluyó Rystad.